lunes, 21 de noviembre de 2011

Cada hombre es artífice de su propio destino. (8a entrada final)

Creo que hemos tenido suerte. Hace seis meses estuvimos a punto de desaparecer. Hoy, aparentemente, estamos recobrando fuerza. No estoy seguro de que nuestro movimiento tenga el coraje y la convicción necesarios para cumplir el objetivo principal por el cual comenzamos esta lucha: defender la libertad y la privacidad de todos los mexicanos. El derecho de vivir a nuestra manera y ejercer nuestro libre albedrio.

En la situación del país en la cual vivimos, es prácticamente imposible hacer estos informes para que todos puedan, de alguna manera, comprender  lo que significa vivir en contra del estado. Pasar la mayor parte del tiempo oculto, sobrevivir con el mínimo de recursos, ser blanco de las autoridades y de algunos ciudadanos que prefirieron ser parte del brazo ejecutor del Gobierno quienes, con el paso del tiempo, se convirtieron en caza recompensas y ellos son más despiadados con los rebeldes que las propias autoridades. Todo esto lo vivimos día tras día con la esperanza de recuperar a nuestro país.

Tal vez este momento de fortaleza que estamos viviendo sea etéreo, pero debemos aprovecharlo. Hemos tomado una decisión. Ahora que contamos con un vasto grupo no enfrentaremos a las fuerzas del estado. Nuestro líder a concluido que aprovecharemos este momento para desplazarnos a otro centro de operación. Nos encontraremos con otros grupos rebeldes que nos contactaron a través de este medio. Personalmente no tengo mucha fe en este supuesto encuentro.

Todo esto es una moneda al aire. Puede ser que esta coalición sea real y nos de la capacidad humana –hablando en cuanto a número de integrantes– de lograr un mayor avance en contra del Gobierno. Por otro lado puede ser una trampa, y todo lo que hacemos es facilitar las cosas para nuestros enemigos.
Estamos preparados para cualquiera de las dos posibles situaciones. Por eso, como una medida de seguridad este blog será bloqueado por tiempo indefinido. Si esto es una trampa y alguien encuentra esta computadora no solo nos acabarían a nosotros sino también tendrían acceso a la ubicación de las personas que nos están apoyando. Por orden de nuestro líder toda esta información será destruida.

Sigo pensando y cuestionando si todo esto valdrá la pena. Me enferma mirar a las personas vivir como si nada pasara a su alrededor. Veo la manera en que se adaptan a todo lo que se les impone sin quejarse, o quejándose en silencio sin hacer nada para cambiarlo.

Espero escribir pronto y que sean buenas noticias, pero si no es así solo puedo pedir que no dejen morir esta lucha. Alguien más debe tomar las riendas del movimiento y enfrentar la dictadura. Todo tiene consecuencias cada decisión repercutirá en su destino.

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