lunes, 31 de octubre de 2011

Perseguidos (5a entrada final)

Los días pasan y cada vez es más difícil poder escribir para que las personas que quieran unirse a nuestro grupo de resistencia nos contacten. La última información que pude publicar fue hace dos meses cuando el periodo de registro fue cerrado y las personas como yo y todos los que representamos a “la resistencia” comenzamos a ser perseguidos como al peor de los criminales. Es increíble que un secuestrador, un homicida o hasta un narcotraficante tengan el mismo destino que las personas que solo defienden el derecho a ser libres; para pensar, opinar y vivir.

 Al escribir estas líneas expreso el sentimiento de los demás compañeros que forman parte de este grupo. Cada uno de los que estamos aquí dejamos atrás a nuestras familias, amigos y mucha gente importante en nuestras vidas. Todo este sacrificio es por defender la vida libre de todos ellos.
Tal vez ahora mismo no sientan que la lucha valga la pena porque los cambios no se ven de manera inmediata, pero toda lucha social lleva un cambio paulatino en comparación con la forma tan inmediata en la que el Gobierno dicta los cambios como lo fue con la ley de vigilancia impuesta para que toda nuestra información pudiera ser de dominio público.

Recordemos que esta ley surgió después de un intento fallido de revolución social gestada e inspirada por el bicentenario de la independencia, pero la división social debilitó a los grupos izquierdistas y el Estado no tuvo mayor problema para sofocar los movimientos  subversivos que intentaban cambiar el modo de vida para todos los mexicanos. Y en efecto lograron cambiarlo.

En esta ocasión para que este movimiento no fracase necesitamos el apoyo de toda la gente. Tenemos que unirnos para poder enfrentar con fuerza al Estado y poder así recuperar la libertad y no perder cada vez más derechos.
En estos dos meses de lucha nuestro grupo lejos de tomar fuerza comienza a debilitarse. En este momento ya no son permitidas las protestas. Ya no es tiempo de marchas y plantones, eso quedo en el pasado. Cuando pudieron tener valor nadie las apoyo. Ahora todos  nuestros actos son secretos tenemos que realizarlos cual si fuéramos terroristas. El día de ayer uno de los líderes y cinco compañeros más fueron arrestados y para ser sincero no creo que los volvamos a ver.

Solo me queda pedirles que no dejen que el esfuerzo y el sacrificio de todas estas personas queden en el aire. Toda esta lucha tiene un solo objetivo: vivir libre, y depende de todos que se consiga.
No sé cuando pueda escribir de nuevo para informar ya que nos movemos constantemente para evitar ser atrapados, pero la lucha sigue y necesitamos que se unan a nosotros.

domingo, 23 de octubre de 2011

Hora cero (4a entrada final)

Se ha terminado el plazo para registrarse al padrón electrónico. A partir de hoy comienza una nueva época para México. A simple vista pareciera que nada ha cambiado que todo sigue inalterable y que la vida es sencilla.

La realidad es otra. En mi familia todos se registraron porque al igual que el resto de las personas creyeron que lo mejor era aceptar ciertas condiciones y vivir sin problema alguno lo cual podría ser cierto si todos pensáramos igual o al menos hubiera orden y comunicación en la sociedad. Es decir: o todos nos registramos o ninguno se registra.

Desafortunadamente nada es en dos tonalidades. No es blanco y negro a veces la vida se presenta en color gris. Para que esto quede más claro pondré de ejemplo mi situación: toda mi familia se registro porque ellos pensaron que si todos estábamos en un mismo bloque social –en este caso el bloque de “la Derecha”– aunque tuviéramos que entregar a alguna persona por sospechas de un complot ninguna seria familiar. En teoría es cierto o tendría que serlo. Aquí sin embargo hay un “pero” y es que yo no acepte el registro y así como mi caso hay varios. Fue esta decisión la que hizo fracasar el plan de mi familia. Ahora pasemos  todos los casos particulares como este a lo general y así es como la sociedad se fragmenta en vez de ser un solo bloque en contra del Estado.

Es la discrepancia la que da fuerza al Estado. Pero si no discernimos y no ejercemos nuestro libre albedrio entonces nada vale. Si todos nos registramos no habría persecución ni cacería de personas no registradas. En otras palabras no habría resistencia y el Gobierno actuaria a placer sin obstáculos, nadie muere o desaparece como la familia de mi compañero de escuela, pero pierdes tu individualidad; por otro lado si todos nos uniéramos –utópicamente hablando–  y ninguno acepta las condiciones el Estado pierde fuerza y conservamos nuestra libertad. Es en este momento en donde los tonos grises de la vida toman valor a favor del Estado.

Desde hoy toda mi vida va a ser distinta a causa de mi decisión al igual que la vida de mi familia. Sé que ellos ahora están obligados a entregarme y sé que no lo harán, pero tampoco permitiré que sean perseguidos por no entregarme. Por eso he tomado decisiones. Creo que el momento ha llegado. Mi blog será rastreado pero es mejor hacerlo público esperando con ello proteger a mi familia.
A partir de hoy formaré parte de un bloque de resistencia que fue creado posterior a la desaparición de nuestro compañero de la universidad. Sabíamos que este día iba a llegar en el cual oficialmente nos convertimos en prófugos. Pero vale la pena luchar por la libertad.

Es increíble ver a la gente como si nada hubiera pasado. Aun no dimensionan lo que están perdiendo. Yo no lo acepto.


Toda la sangre y el dolor,  la pobreza y las guerras son el precio necesario a pagar para lograr la libertad de la humanidad.
G. W. F. Hegel 

domingo, 16 de octubre de 2011

Divide y vencerás (3a entrada final)

Los conflictos entre la sociedad  van en forma creciente. En estos días he visto a varias familias destrozadas y otras que no les queda más que aceptar lo que es impuesto por medio dictatorial.

Pero lo que más llamó mi atención en estos días es el conflicto interno que cada persona vive a causa de las decisiones que enfrentó al discernir entre un bando u otro. Las personas que fueron engañadas y que una vez dentro del comité de vigilancia tienen que entregar a cualquiera que atente en contra de la seguridad del país –según  el Gobierno– independientemente si es familiar, amigo o vecino, siempre estarán en conflicto moral. Lo anterior es comprensible ya que la gente se enfila al ejército tramposo del Estado sin saberlo, sin darse cuenta de que ellos serán quienes hagan el trabajo sucio del dictador. El principal motivo para registrarse que tienen las personas no es dañar a alguien más, simplemente es evitar  ser dañado por la fuerza del Estado. He aquí las verdaderas intensiones  gubernamentales; lo que está detrás de una oferta amigable para registrarse sin queja alguna es esto: ser parte del brazo ejecutor.

Para un civil es muy fuerte el conflicto moral el tener que hacer algo perjudicial para los demás solo para que sus familias no se conviertan en el próximo objetivo pero ¿qué pasa con los miembros del ejército, policía y cuerpos especiales que por obligación deben ser los verdugos y quienes hagan valer la ley en cuestión?  Aquí esta lo interesante. Nuevamente la división social; pero no es la división de clases que ya todos conocemos sino que es una división por temor, por intereses, que al final son los mismos para todas las personas. Cada uno busca la mejor manera de adaptarse a esta nueva “forma de vida”.

Están los civiles que se enlistan sin saber lo que les espera solo para darle seguridad a sus familias y también están los que por obligación –anteriormente mencionados – tiene que hacer valer la ley a costa de todo y al igual que los civiles lo hacen para proteger a sus seres queridos. ¿Ven que al final todos buscamos lo mismo? El Gobierno lo ve muy claro pues solo manipula nuestros miedos e intereses: si un civil no se enlista y no sigue las órdenes entonces es un rebelde y merece la prisión o la muerte, mientras los cuerpos de seguridad deben ejecutar las leyes y si no cumplen con su funcion -aun en contra de su voluntad- y no respaldan al gobierno cual es su obligación al igual que los civiles son considerados rebeldes y comparten el mismo destino.

En todas estas situaciones radica la fuerza de un Dictador. En una ley que se adapta a cada uno de nosotros y que poco a poco va exterminando todo rastro de la resistencia y de la libertad. Si no hacemos nada un día seremos solo una parte mas de un sistema controlado por unos cuantos en donde nada de lo que pensemos será importante y todo lo que conocemos dejara de existir.

 El compañero de la universidad que fue arrestado la semana pasada se llama Oscar pero de él y de su familia no se sabe nada desde aquella noche. Como este hay muchos casos más; nadie sabe cuál fue su destino. Lo último que escribió en su facebook  fueron estas líneas: “esta situación es muy difícil. Lo peor es que apenas es el comienzo y sé que los problemas y consecuencias van en forma creciente…todo será peor

Nadie sabe a qué se refería o qué situación fue la que causo su arresto. Inmediatamente su cuenta de facebook y correo electrónico fueron bloqueadas y solo esas lineas se pudieron rescatar.
¿Cuánto tiempo me quedara antes de que encuentren este blog? Debo decir que no me gustaría compartir ese destino.    

lunes, 10 de octubre de 2011

Tiempo de decidir (2a entrada final)

Diez días han pasado desde que fue decretada y puesta en vigor la ley que dicta la vigilancia de cada ciudadano en un padrón electrónico. Nuevamente y como era de esperarse la sociedad se volvió a dividir; por un lado los resignados y pacifistas que sin mayor objeción aceptaron las condiciones del gobierno y los siempre presentes oportunistas y  por el otro, los eternos grupos de resistencia, que obviamente aborrecen cada regla autoritaria y todo lo que representan.

Todo esto no es nuevo. Sin embargo, hago constar la forma en que el país comienza a fragmentarse. A estas alturas es momento de definir de qué lado formaremos parte; como mencione al principio hay dos bandos muy bien marcados. El primero de ellos y con menor cantidad de simpatizantes es el grupo de “derecha”. Compuesto en su mayoría por los que aceptan la ley, algunos por resignación otros porque recibirán “trato privilegiado” de las autoridades, o al menos esa fue una garantía que el gobierno les dio si aceptaban inscribirse; la segunda fracción, esta vez con mayor convocatoria que "la derecha,” es la Resistencia Social a Favor de la Libertad, así es como se autodenomino el grupo de izquierda. El resto de las personas que no se inclinan hacia algún bando, permanecen expectantes al desarrollo de la lucha que comienza para actuar según convenga a sus intereses, es decir;  si el Estado vence simplemente aceptan y evitan ser perseguidos o tachados como rebeldes – más adelante describiré un poco lo que significa pertenecer a la “izquierda” – y en el caso opuesto, si  la resistencia logra derrocar dicha ley y triunfar sobre el Estado, con toda calma gozan de los beneficios.

Ahora me gustaría detallar un poco en algunos aspectos que he mencionado y que son muy importantes para poder comprender la magnitud que esta ley tiene en este momento. Respecto al  “trato privilegiado” que fue ofrecido por el gobierno si uno aceptaba ingresar por “propia voluntad” al padrón, destaca lo siguiente: al registrarse dentro del límite de tiempo y forma establecidos por el gobierno, las familias inscritas podrán formar parte de un comité de vigilancia y monitoreo de redes. Esto les daría ventaja sobre todos los demás ciudadanos porque al final todos sin excepción tendrán que registrarse. Analizando este “privilegio” lo único que hace el Estado es lavarse las manos, al final su intensión es que entre el pueblo se haga la cacería.

Ya he comentado a manera general que significa estar en “la derecha” pero ¿qué pasa con los izquierdistas.? Pertenecer a este grupo es muy complicado, lleva consigo además de un sacrificio económico, familiar y personal el estigma de escoria de la sociedad, de cáncer, de alguien que no merece vivir y si vives eres  perseguido  con una marca de tiro al blanco en la espalda.
Personalmente siempre me había mantenido al margen de muchos problemas actuales. Nunca me sentí perjudicado ni vi dañado a algún ser querido. Soy estudiante, tengo a mi familia y amigos, esto siempre había sido así, todos escuchábamos los problemas pero nada cambiaba, hasta hace dos días.
La familia de un compañero forma parte del comité que vigila las redes y movimientos con tendencias subversivas, nunca pensaron que algún día tendrían que denunciar y encarcelar por ello a sus propios amigos y familia y hace dos días lo hicieron.

Ya no soy ajeno a estos problemas. Fui testigo de cómo dos amigos – ambos compañeros míos de la universidad - se destruyeron por causa de una ley completamente fascista  y de cómo el plan del gobierno de la autodestrucción se estaba haciendo realidad. El Estado no intervino en esto, solo manipulo las necesidades y el miedo, el resto, nosotros mismos lo ejecutaremos a la perfección, sin tener un manual que indique como hacerlo.

Es tiempo de tomar decisiones la primera y más importante: ¿de qué lado estás tú?
Antes de hoy no pensaba en pertenecer a algún grupo especifico, pero todo esto cambio a raíz de lo que presencie. Hoy puedo decir que prefiero estar a favor de mi libertad y la de mi familia. 

domingo, 2 de octubre de 2011

A veces las cosas no salen como se planean (1a entrada final)


El pasado viernes, todos fuimos testigos de la manera en que la fuerza del Estado extinguió el último suspiro de la resistencia social; resistencia que nació alentada por el ímpetu del famoso y esperado bicentenario de la independencia de México.

Mientras más se acercaba el día 16 de Septiembre, en México, se vivía un ambiente de rumores y esperanzas izquierdistas, se percibía  que era el momento de levantar la voz y exigir de una vez por todas, los derechos que siendo un “ciudadano libre” merecemos y que se habían negado o limitado a la mayoría del pueblo.  Algunos  grupos y organizaciones comenzaron una “revolución ideológica”, que significaba, entre otras cosas, manifestaciones, mítines y en algunas ocasiones se convertían en actos subversivos contra las instituciones, que en apariencia, eran las responsables de la pobreza y miseria del país.


Desafortunadamente, estos movimientos no fueron siquiera la sombra de lo que en realidad significa una lucha social. La principal razón de la carencia de miembros participes en el movimiento, es sin duda, el temor al cambio; porque un cambio no necesariamente anuncia cosas buenas. Varias personas apoyaban de manera discreta el movimiento, pero pocos eran los que se atrevían a envolverse por completo en el. Fue esa actitud reservada de la mayoría - comprensible desde el punto de vista pasivo para evitar la carencia que conlleva una guerra - la misma que contribuyo al fracaso de la resistencia que se había gestado mucho tiempo atrás. Este fracaso - por llamarlo de algún modo - significo el comienzo de los cambios, pero no fueron los cambios que se buscaban en realidad.


Hoy, después de mucho tiempo de intentar la insurrección, un año después del cumplimiento del bicentenario, que traía consigo esperanzas de cambio - al final, fue más emocional que racional - el gobierno tomó medidas para controlar a futuro y de manera más enérgica los actos de subversión que broten en el estrato social medio-bajo.
Esta es la sociedad de la información y la comunicación, con una cantidad de recursos tecnológicos incontables, capaz de organizar en segundos grandes movimientos de masas, es también la sociedad del facebook y las redes sociales, razón por la cual, el gobierno que se encontró amenazado por una sociedad diferente a la de hace doscientos y aun a la de hace cien años, opto por una ley completamente dictatorial y totalitaria, que dice, de manera general; que todo ciudadano debe registrarse en un padrón electrónico en el cual, se concentrara toda la información personal y le será asignada una matrícula, con la cual, cada movimiento en redes digitales incluyendo cuentas bancarias, correo personal e incluso información de su empleo o escuela será vigilado con el pretexto de “seguridad nacional”.


Solo nos queda esperar  que se defina el rumbo y las consecuencias que traerá consigo esta nueva ley, pero seamos realistas, ¿qué cambio positivo nos puede traer la violación a nuestra privacidad? Todo esto, no puede tener otro destino que la discriminación y la violencia tolerada de las autoridades hacia las personas, solo se necesita un pretexto para vivir de nuevo en el fascismo. Posiblemente estos escritos al igual que cualquiera que deseé expresar alguna idea diferente, un día serán clandestinos y perseguidos. Por nuestro bien y el de la libertad, esperemos que nunca pase.
Y es así como, al final, después de una división entre la sociedad, unos a favor otros en contra de la resistencia, los cambios se hicieron, no fue de la manera como estaba planeada pero están hechos.