domingo, 16 de octubre de 2011

Divide y vencerás (3a entrada final)

Los conflictos entre la sociedad  van en forma creciente. En estos días he visto a varias familias destrozadas y otras que no les queda más que aceptar lo que es impuesto por medio dictatorial.

Pero lo que más llamó mi atención en estos días es el conflicto interno que cada persona vive a causa de las decisiones que enfrentó al discernir entre un bando u otro. Las personas que fueron engañadas y que una vez dentro del comité de vigilancia tienen que entregar a cualquiera que atente en contra de la seguridad del país –según  el Gobierno– independientemente si es familiar, amigo o vecino, siempre estarán en conflicto moral. Lo anterior es comprensible ya que la gente se enfila al ejército tramposo del Estado sin saberlo, sin darse cuenta de que ellos serán quienes hagan el trabajo sucio del dictador. El principal motivo para registrarse que tienen las personas no es dañar a alguien más, simplemente es evitar  ser dañado por la fuerza del Estado. He aquí las verdaderas intensiones  gubernamentales; lo que está detrás de una oferta amigable para registrarse sin queja alguna es esto: ser parte del brazo ejecutor.

Para un civil es muy fuerte el conflicto moral el tener que hacer algo perjudicial para los demás solo para que sus familias no se conviertan en el próximo objetivo pero ¿qué pasa con los miembros del ejército, policía y cuerpos especiales que por obligación deben ser los verdugos y quienes hagan valer la ley en cuestión?  Aquí esta lo interesante. Nuevamente la división social; pero no es la división de clases que ya todos conocemos sino que es una división por temor, por intereses, que al final son los mismos para todas las personas. Cada uno busca la mejor manera de adaptarse a esta nueva “forma de vida”.

Están los civiles que se enlistan sin saber lo que les espera solo para darle seguridad a sus familias y también están los que por obligación –anteriormente mencionados – tiene que hacer valer la ley a costa de todo y al igual que los civiles lo hacen para proteger a sus seres queridos. ¿Ven que al final todos buscamos lo mismo? El Gobierno lo ve muy claro pues solo manipula nuestros miedos e intereses: si un civil no se enlista y no sigue las órdenes entonces es un rebelde y merece la prisión o la muerte, mientras los cuerpos de seguridad deben ejecutar las leyes y si no cumplen con su funcion -aun en contra de su voluntad- y no respaldan al gobierno cual es su obligación al igual que los civiles son considerados rebeldes y comparten el mismo destino.

En todas estas situaciones radica la fuerza de un Dictador. En una ley que se adapta a cada uno de nosotros y que poco a poco va exterminando todo rastro de la resistencia y de la libertad. Si no hacemos nada un día seremos solo una parte mas de un sistema controlado por unos cuantos en donde nada de lo que pensemos será importante y todo lo que conocemos dejara de existir.

 El compañero de la universidad que fue arrestado la semana pasada se llama Oscar pero de él y de su familia no se sabe nada desde aquella noche. Como este hay muchos casos más; nadie sabe cuál fue su destino. Lo último que escribió en su facebook  fueron estas líneas: “esta situación es muy difícil. Lo peor es que apenas es el comienzo y sé que los problemas y consecuencias van en forma creciente…todo será peor

Nadie sabe a qué se refería o qué situación fue la que causo su arresto. Inmediatamente su cuenta de facebook y correo electrónico fueron bloqueadas y solo esas lineas se pudieron rescatar.
¿Cuánto tiempo me quedara antes de que encuentren este blog? Debo decir que no me gustaría compartir ese destino.    

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